El otro día fulanito de tal se encontró con una tal menganita en una calle cualquiera. Decidieron ir a tomar algo a un local indeterminado y hablaron de sus cosas durante bastante tiempo. Lo uno llevó a lo otro y la última la dejaron para una de las dos casas. Los cadáveres amanecieron tendidos (sin pinzas) sobre una de las camas del mencionado; o mencionada. El forense determinó la causa de la muerte con una precisión insólita: fue por indefinición.
Autor: Miguel Pereira Rodrigo
País: España
URL del blog o web: http://cuentospigmeos.blogspot.com.es/
12 comentarios:
Demasiadas incógnitas para una relación. No podía terminar nada bien.
Un saludo.
Es lo bonito del infinito, que a él tiende todo. Esas pinzas se me escapan.
Jajaja, Miguel, siento reírme por el triste final, pero es que creo que no hay forma de utilizar tantas palabras para no decir nada, no me extraña que mueran por indefinición.
Me gustó mucho, saludos,
Joder, ¡que claridad de ideas!
Me ha dejado indefinidamente encantada.
Jajaja, es lo que tiene la indefinición, que no tiene ni apellidos...
Un abrazo, Miguel.
¡ QUÉ BUEN TEXTO! Me gustó mucho
Pues yo veo que hay muchas relaciones retratadas en este micro, incluso hay matrimonios que duran y duran exactamente por lo mismo que ha dicho el forense.
Lo que es la vida.
Eso pasa por tender sin pinzas... Muy muy bueno, adoro los juegos lingüísticos. Un abrazo
Gracias a todos por vuestras letras. Resulta más grato despertar alguna risa general que haberlo parido.
Por cierto Ximens, lo de las pinzas son extravagancias libertarias que desafían la insoportable levedad del ser "microrrelato". Sello de la casa.
Una perta a tod@s.
Un relato completamente indefinido. Del principio al fin.
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