domingo, 24 de junio de 2012

EN EL ENTIERRO DEL MAGO


Paquita (Sheila) pidió que abrieran la caja. Una vida entera compartiendo cama y camerino, plato y plató, y ahora quería verle por última vez. Todo el mundo pudo verlo: allí estaba su escapista, completamente muerto, listo para ser enterrado. Ella le contempló a través de las lágrimas, bajó la cabeza y unos brazos amigos la ayudaron a retirarse. Volvieron a cerrar.

“¡ Un momento !” gritó Sheila con una voz de otra época. Se zafó de quienes la sujetaban y caminando con esos pasos que sólo se utilizan sobre un escenario se acercó de nuevo a la caja. Agitó su mano en el aire un instante y rozó luego el ataúd con un ademán especial. Se giró hacia los presentes, hizo una reverencia y sonriendo abrió la tapa. 

Autor: Daniel González Cuesta©
País: España

9 comentarios:

Pablo Gonz dijo...

Bueno, brother, muy bueno.
Besos,
P

Sara Lew dijo...

Me ha encantado. Muy bueno.

Rosa dijo...

Muy bueno.
Besos desde el aire

Sandra Montelpare dijo...

Histriónico!, Daniel! Me encanta ese juego de palabras inicial. ¡Felicitaciones!

Yashira dijo...

Daniel me dejaste boquiabierta, como cuando estás viendo a un mago realizando su función. Pero... ¿qué pasó? queda a gusto del expectador...

Un saludo, tu soplo muy ingenioso,

Juan Cho dijo...

Tiene magia!

Anónimo dijo...

Una joya. Parece que el talento es genético

Leo Mercado dijo...

No esperaba otra cosa de alguien con ese apellido....

Elysa dijo...

Sorprendente, pero... al fin y al cabo era un escapista ¿no?

Besitos