Sonriente les dijo, tras recuperar el aliento: -¿tendréis apetito?, con la esperanza de que algunos de los presentes entendiera el castellano.
Uno de ellos levantó el brazo y en un leguaje rudimentario contestó: -señorita, lo que ustedes llaman apetito, nosotros lo llamamos hambre.
Francis Vaz ©
España
7 comentarios:
Fino y con profundidad
Si, eso, qué profundidad tiene la palabra hambre.
Dos mundos, efectivamente. Pero sin dejar de ser el mismo.
Puede que la chica hipersolidaria aprendiese el verdadero significado de la palabra.
Un saludo.
Clarito. Pero buen,esa chica quizás se de cuenta.
Más claro agua, a las cosas hay que llamarlas por su nombre, y ellos no sufren de falta de apetito.
Un saludo Francis,
Hambr, hambre voraz... lo sentimos al leerlo.
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