Una llamativa publicidad ofrecía una solución para escritores carentes de imaginación. Por unos pocos pesos, se recibía una encomienda por correo postal. “Para poder escribir una buena historia, nada mejor que vivirla”, era el lema del producto. El escritor quiso probar.
Al abrir el paquete, encontró simplemente un frasco de pastillas anaranjadas. Se sentó frente al computador y escribió el título de un cuento como disparador. Apenas ingirió una de las píldoras, comenzó a visualizar una historia inspirada en ese encabezado. Así, en sólo dos días, pudo escribir tantos relatos como pastillas tenía el frasco. Agotado, observó con satisfacción el envase vacío. Aún faltaba una historia increíble. La tituló “Un paseo por la muerte”, y engulló nervioso la última cápsula.
Autor: Martín Gardella ©
País: Argentina
URL del blog o web: http://livingsintiempo.blogspot.com
10 comentarios:
¡Guau! Una inspiración mortal.
Muy bueno.
Un abrazo.
Buenísimo el final, ya me tenías totalmente atrapada con el relato y no me lo esperaba.
Abrazos
¡No te tomes esa pastilla!, mejor, espera a que doña inspiración te visite.
Lo que hacen algunos por escribir un buen texto.... tuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
jajaja
Buenísimo , Martín , y estoy segura que no tomaste ninguna pastilla
Y ¿sabes cómo se llaman las pastillas? Fantástico. Un abrazo.
No entiendo por qué tuvo que poner ese título. No me parece bien.
Madre mía qué pastillitas, lo que hace la falta de paciencia, creo que es mejor esperar a que llegue la inspiración, uf y la pastilla final... Buena imaginación Martín y sin pastillas ;), seguro...
Jajajaja.
Muy bueno, Gardella.
Qué buen texto, Martín! Atrapante hasta la última gota.
¿donde venden las pastillas esas? buen relato.
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