- Tenías las uñas de los pies pintadas de colores diferentes… ¿te acuerdas?
- Si. Y tú tenías los vaqueros rotos, barba y fumabas “lucky” mientras estabas sentado en las escaleras del Museo.
- Todavía asimilaba la exposición de collage… Hasta que te sentaste a mi lado, y te pregunté si caminabas sobre un arcoíris
- Recuerdo mi afonía y que te respondí escribiendo una pregunta en el iPAD: “¿quieres ser mi voz?”
- Al final, te acompañé en tu voluntariado a visitar a aquella anciana: no podías contestarle por el telefonillo… ¿recuerdas la merienda?
- Si, trajo en una bandeja té inglés con una lata de anchoas
(…)
- ¡Qué rápido ha sido todo…! Era la primera vez que veía matar a alguien con unas tijeras
- “Suicidarse…”, recuerda.
(…)
- ¿qué escuchabas aquél día en tu mp3 con la vista perdida al río?
- Unclouded, de Silje Nergaard
Autor: Ángel SL©
País: España
URL del blog: http://istoriasdeh.wordpress.com/
3 comentarios:
Una historia de las que producen vértigo. Ese trato casi cordial con la muerte. Me gustan las imágenes que dibuja. Tiene aire de videoclip.
Un abrazo,
P
La trivialización del asesinato es... puf, terrible.
Uf, qué relato... me quedé sin voz...
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