sábado, 16 de junio de 2012

Tercer juego del Vendaval 2012

¡Hola, amigos! 


Los vientos del Vendaval vienen soplando desde el sur. El tercer juego está teñido de color local. 


Esta imagen servirá de inspiración para una historia que terminará así: 


Respiró aliviado. El obelisco y la luna eran sus únicos testigos.




12 comentarios:

GRACIELA BARBAS C dijo...

ATROZ
Terminó de comer a su presa una niña muy bonita, saciada su hambre el hombre lobo,respiro tranquilo.El obelisco y la luna eran sus únicos testigos.

Salomé Chulvi dijo...

NADA PEOR QUE EL RIDÍCULO
Erró el salto de pértiga y quedó fatalmente anclado. Pero entrenar a esa hora tenía su ventaja: nadie vio su torpeza. Creerían que fue un suicidio meditado. Forzó una sonrisa que el rigor de la muerte esculpiría a pesar del descosido monumental en su cremallera de vértebras. Respiró aliviado. El obelisco y la luna eran sus únicos testigos.

Yolanda dijo...
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Yolanda dijo...
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Yolanda dijo...

EL OBELISCO Y LA LUNA

La noche palpita a su alrededor ebria de luces y sonidos. Ella, le entumece con el peso de su cuerpo, los brazos. Inerte no es tan manejable, piensa él, mientras la introduce en el maletero de su coche.
Nadie a su alrededor.
Respiró aliviado. El obelisco y la luna eran sus únicos testigos.

Elizeus58 dijo...

BUENA CONCIENCIA
Pensaba en hundirle en su cuello sus afamados colmillos cuando decidió poner su mano en la entrepierna de su curvilínea víctima. Se quedó helado con lo que encontró.
—Vamos, papi, acaba lo que empezaste. ¿Qué? ¿Me vas a discriminar por lo que soy?
Tres segundos después, respiró aliviado. El obelisco y la luna eran sus únicos testigos.

Sara Lew dijo...

NOCTURNO

Eran las dos de la mañana. Casi sin mirar bajó los diez pisos que lo separaban de la calle, contando peldaños como si fueran ovejas. Era un lujo vivir en Corrientes y Callao, allí donde librerías, cines y teatros estaban siempre abiertos, para regocijo de sonámbulos e insomnes. Se compró un par de libros usados y continuó caminando hasta la Plaza de la República. Allí se sentó a leer bajo la luz de una farola. Despertó unas horas más tarde. Azorado se miró las pintas: pijama a cuadros y pantuflas. Respiró aliviado. El obelisco y la luna eran sus únicos testigos.

Sara Lew dijo...

El texto anterior podría ser autobiográfico :-)

IVANAV dijo...

Fue a buscar a su hija al hotel esa tarde, seria un viaje largo hasta DERQUI, pero caminarian hasta retiro. Comenzaron a cantar canciones infantiles, Maria Helena, o los Payasos Españoles, pero cuando terminaron, el saco la flauta de su mochila( siempre lleva una)y comenzo a tocar sin pudor, caminando con la compañia de su primogenita, y no escuchaba ni veia, ni oia nada...solo su niña, su flauta y sus pasos...respiro aliviado. El obelisco y la luna eran sus unicos testigos.

Sandra Montelpare dijo...

Muy buenos!! Saludos vendavaleros para todos!

Miguel Buján dijo...

Dios y el obelisco.

A punto de rebentarle la vejiga Dios no pudo más que arrimarse al obelisco y orinar agazapado entre las sombras de la noche tras decir "Deshágase la luz".

Respiró aliviado. El obelisco y la luna eran sus únicos testigos.

Miguel Buján dijo...

Fe de erratas (disculpas por la mala grafía pero la v y la b andan bien próximas en le teclado de los c...)


Dios y el obelisco.

A punto de reventarle la vejiga Dios no pudo más que arrimarse al obelisco y orinar agazapado entre las sombras de la noche tras decir "Deshágase la luz".

Respiró aliviado. El obelisco y la luna eran sus únicos testigos.